lunes, 28 de diciembre de 2015

¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO?

En estas últimas semanas de trabajo intenso, así como también de descanso y de buenos momentos, he tenido bastante tiempo para reflexionar. Esta reflexión ha tomado tres frentes específicos:

  • Sobre mi práctica docente. Lo que hago bien, lo que debo mejorar, lo que no he hecho por el motivo que sea (lo cual no lo justifica). Algunas de estas reflexiones fueron conceptualizadas en la ponencia que realicé en el pasado 6to Encuentro de Investigación Escolar 2015, que pueden ver aquí. También en la última reflexión escrita que realicé (en inglés) para el módulo de Didáctica del entrenamiento en Metodología, Didáctica y Evaluación para la Enseñanza de una Segunda Lengua, que mi colegio nos brindó a todos los docentes; si están interesados en leer esta última, pueden encontrarla aquí. También hicimos una micro práctica de 5 minutos (también en inglés) que quisiera compartir, en la que debíamos mostrar un tema teórico que pudiera ser introducido a nuestros estudiantes de forma breve y sin práctica. Aquí está el vídeo:

  • Sobre los proyectos pendientes. Personales y profesionales. La mayoría de ellos tienen que ver con el desarrollo de elementos que apoyen los procesos de aprendizaje, así como la divulgación de ideas y creación de saber holístico. Al respecto les contaré más adelante.
  • Sobre los errores de todos. Sí, de todos nosotros. Estudiantes, docentes y familias (porque no son sólo los padres quienes educan). Somos todos nosotros los encargados de hacer que el aprendizaje se lleve a cabo, y si bien los estudiantes son agentes activos que determinan cómo se desarrolla este proceso, somos los docentes y comunidad circundante quienes apalancamos, catalizamos o inhibimos de una u otra forma estos avances.
A este último respecto, quisiera referirme un poquito más. Esto porque debo catalogar nuestra actitud como algo irresponsable. Somos grandes eruditos al decir que todo está muy mal, que el futuro promete ser crítico, que actualmente no hay sino caos, etc. Cuando nos preguntan qué hacer, decimos que se necesitan "estrategias innovadoras para...", " mecanismos especiales de...", "nuevos métodos...", " nuevos modelos...", y así hasta el infinito. ¿Cuál es nuestra estrategia, mecanismo, modelo o método? La imagen resume nuestra respuesta:



Eso nos pasa porque tanto padres como docentes y estudiantes, vivimos nuestro proceso de enseñanza/aprendizaje de manera improvisada. Hay tantas cosas que a diario creamos, discutimos, modificamos, y que además tienen significado, que sólo viven en ese momento, sin ser apreciadas por otras generaciones, o por lo menos por nuestros cercanos. ¿Cómo es posible darle cabida a una verdadera evolución educativa de esa forma, sin registrar y evaluar lo que hacemos?

Podría extenderme hablando acerca de este tema, pero no es la idea. Podemos retomarlo en la próxima entrada de blog, si gustan. Por favor avísenme a través de los comentarios, de qué manera desean retomar el debate.

Gracias por visitarme. ¡Feliz Año Nuevo!