sábado, 30 de septiembre de 2017

CULTURA STEAM: LA MENTALIDAD POR ENCIMA DEL PRODUCTO - Parte I

De nuevo yo. Gracias por recibirme de regreso, yo me siento muy contenta de tenerles aquí. Compartir puntos de vista, concepciones, misconcepciones y preguntas a través de este espacio, es algo que en realidad disfruto. Y por esto mismo, hoy me permito hablar someramente del tema en el que trabajo de forma específica: la educación desde la creación de cultura, no únicamente desde la adaptación de herramientas; particularmente, desde la perspectiva de la Educación STEAM.

Trataré de desarrollar esta primera parte exponiendo sólo algunos de los puntos que pueden resultar de una discusión al calor de un café negro:

  1. STEAM (por sus siglas en inglés, Science, Technology, Engineering, Arts and Mathematics), es un enfoque educativo de gran relevancia en los Estados Unidos, Canadá y buena parte de Europa, destacándose Alemania. Se define, grosso modo, como una versión especial del Aprendizaje Basado en Proyectos, en el que cada sesión desarrolla productos que demandan procesos y técnicas relacionadas con la labor técnica e ingenieril.
  2. De acuerdo con la información recogida en redes, a través de cursos cortos, testimonios, webinars y otros, este enfoque de enseñanza/aprendizaje promueve el pensamiento crítico y creativo desde la necesidad de desarrollar y construir un producto funcional, aplicando el Pensamiento de Diseño (Design Thinking) el cual permite la adquisición conceptual necesaria para el fin específico. Por otro lado, el establecimiento de espacios maker para la construcción de los productos ya mencionados, asegura la entrada de un componente estético importante, que complementa el enfoque inicial (lo que antes se llamaba STEM).
  3. En el mundo se han diseñado y puesto en marcha múltiples laboratorios para la creación de ambientes STEAM, tanto dentro de instituciones educativas como en centros complementarios e independientes. Son bastante conocidas las iniciativas canadienses, estadounidenses y norteamericanas; por supuesto, las estructuras escandinavas y asiáticas tienen cabida en este listado.
  4. El problema radica en el proceso de apreciación, apropiación e implementación indiscriminada de este enfoque en los sistemas educativos tradicionales y/o "no tan transformadores", los cuales se ven a gatas para responder a las condiciones de un ambiente agresivamente dinámico, como el actual. Como alguna vez le.comentaba a un amigo, quien se mostraba a favor de traer ideas de otras locaciones con experiencias exitosas: "En cierta parte eso tiene sentido. No obstante, los enfoques de impacto parten de principios globales aplicados en la estructura local, con recursos locales. La adaptación del método por el método solamente maquilla las cosas. Y con esto me refiero a que cuando se ven experiencias exitosas para adaptar al país, desacertadamente se asume la herramienta o el recurso como la panacea del asunto, sin considerar que dicha creación fue posible en buena parte gracias a las condiciones del contexto. Entonces, cuando la traen y la adaptan, y los resultados no son los esperados, se hace necesario crear indicadores absurdos para demostrarle al mundo que la inversión no fue en vano".
Así las cosas, surge la pregunta: ¿cómo resolver este problema para hacer de las nuevas experiencias algo que realmente impacte a la comunidad de interés? Hablaremos de esto en la próxima entrada. Hasta entonces.

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